29-03-2024 10:21 AM Tiempo de Jerusalén

Arabia Saudí bloquea el diálogo entre Hezbolá y la Corriente del Futuro

Arabia Saudí bloquea el diálogo entre Hezbolá y la Corriente del Futuro

Riad ha prohibido el planeado diálogo entre Hezbolá y la Corriente del Futuro antes de que comenzara.

Riad ha prohibido el planeado diálogo entre Hezbolá y la Corriente del Futuro antes de que comenzara. El reciente llamamiento del embajador saudí en la ONU, Abdulá al Muallimi, para que Hezbolá y varias organizaciones shiíes de Iraq, como las Brigadas Al¡ Fadl al Abbas y la Liga de los Virtuosos, que luchan en Siria fueran incluidas en la lista de organizaciones terroristas de la ONU amenaza con incrementar las tensiones entre ambos bloques políticos libaneses, tras una tregua no declarada en los medios que no ha durado más que unos pocos días.

¿Existe una política fija de Arabia Saudí y, en consecuencia, del Golfo hacia el Líbano? ¿Están estos países comprometidos con la estabilidad del país, como afirman, cuando utilizan cualquier ocasión para exacerbar las divisiones internas en él? Estas preguntas y otras se están planteando después de la nueva escalada saudí contra Hezbolá, que es probable que agrave la ya compleja situación en el Líbano y la región. Algunas fuentes señalan que la nueva postura saudí tendrá repercusiones negativas en el “diálogo preliminar” entre la Corriente del Futuro, liderada por Saad Hariri, que ostenta también la nacionalidad saudí, y Hezbolá.

Durante su discurso en la pasada celebración de Ashura el secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, dio la bienvenida al diálogo con la Corriente del Futuro. Varias fuentes libanesas dijeron a Al Akhbar que la iniciativa saudí creará, sin embargo, tensiones en el país e indica un veto saudí sobre el diálogo entre ambas fuerzas políticas.

Estas fuentes señalan que la política saudí no está preparada para hacer frente a las nuevas realidades en el Líbano y la región. También afirman que existe una convergencia entre Israel y Arabia Saudí para dañar la imagen de Hezbolá como movimiento de resistencia y tratar de presentarlo como una “organización terrorista”, algo que Israel ha buscado desde hace mucho tiempo.

Las fuentes describieron el discurso del embajador saudí en la ONU como una “pompa de jabón” que no obtendrá resultados y recordaron la declaración de Sayyed Nasralá de que Hezbolá estará donde tiene que estar en alusión a Siria. Ellas dijeron que el discurso de Muallimi demuestra “la decepción en las filas del liderazgo saudí por el fracaso de su proyecto en Siria. Esto ha llevado al régimen saudí a hacer acusaciones a diestra y siniestra”.

Estas fuentes señalan además que las acusaciones contra el gobierno de Siria de que ha sido la causa del crecimiento de grupos terroristas en Siria tratan de esconder el hecho de que “Arabia Saudí se halla entre los principales patrocinadores de las organizaciones terroristas takfiris en aquel país, lo que hace que sus declaraciones sobre la “lucha contra el terrorismo” carezcan de seriedad.

Fuentes libanesas también vincularon la posición de Arabia Saudí a las “crecientes preocupaciones en las filas del liderazgo saudí por las negociaciones nucleares con Irán, ya que Riad teme que las partes lleguen a un acuerdo que daría al traste con los intentos saudíes de crear un cerco sobre ese país”.

Las fuentes excluyeron cualquier efecto práctico del llamamiento saudí a la luz del actual equilibrio de poder en la organización internacional y las respuestas recibidas por el embajador saudí con respecto a su propuesta.

El embajador de Irán en la ONU, Golam Hossein Dehgani, respondió a Muallimi enfatizando en la necesidad de distinguir entre la resistencia legítima, que está garantizada por la Carta de las Naciones Unidas, y el terrorismo y destacó la necesidad de apoyar a la resistencia. Él criticó a algunos países regionales, y en especial a Arabia Saudí, por el hecho de que sus actos en el tema del terrorismo no se corresponden con sus palabras.

Por su parte, el embajador sirio en la ONU, Bashar Yaafari, acusó a Arabia Saudí de respaldar el terrorismo en la región denunció sus falsedades en lo que se refiere al diagnóstico de las raíces de dicho fenómeno. Él dijo que Al Qaida y otros grupos terroristas similares crecieron gracias al patrocinio saudí y añadió que las actividades criminales de los grupos terroristas en Siria están apoyadas por Arabia Saudí y Qatar. Él citó el llamamiento de 72 clérigos saudíes en favor de la participación en el “yihad” en Siria y dudó que Arabia Saudí sea “seria” en lo que se refiere a luchar contra el terrorismo.

Al Akhbar