29-03-2024 03:29 PM Tiempo de Jerusalén

La neutralidad israelí en el tema de Ucrania exaspera a Washington

La neutralidad israelí en el tema de Ucrania exaspera a Washington

La Administración del presidente Barack Obama está exasperada sobre todo por el hecho de que Tel Aviv haya puesto por delante sus intereses y coloque a Rusia y EEUU en una posición equivalente.

La “neutralidad” israelí en lo que respecta a la cuestión de la adhesión de Crimea a Rusia ha irritado a Washington. La Administración del presidente Barack Obama está exasperada sobre todo por el hecho de que Tel Aviv haya puesto por delante sus intereses y coloque a Rusia y EEUU en una posición equivalente, señala la publicación “The American Conservative”.

Esto demuestra que en lo que respecta a la política exterior, Israel no tiene intención de depender de EEUU incluso aunque el lobby pro-israelí en EEUU exija un seguidismo absoluto a Washington con respecto a la política israelí en los temas de Oriente Medio.

Esta postura israelí ha sido explicada a La Voz de Rusia por el politólogo israelí Avigdor Eskin. Él afirma que existe una razón histórica para la misma, que reside el hecho de que los actuales líderes de Ucrania han elevado a la categoría de “héroes nacionales” a Stepan Bandera y los nacionalistas ucranianos, que colaboraron con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

Eskin cree que Rusia ha escogido una vía sabia en su política exterior. Por un lado, es la voz de la cordura y el entendimiento. Por otro, emprende acciones rápidas cuando la justicia y la paz lo exigen. “Vemos las actuaciones rusas con comprensión y simpatía,” señaló.

Él cree que EEUU mantiene una postura de apoyo a los extremistas en Ucrania, Siria y Egipto y afirma además que Washington trata de empujar adelante un proceso de paz con los palestinos que Israel no desea en ningún caso, aunque pretenda lo contrario.

Por todo ello, la postura israelí en la crisis de Ucrania es una muestra más de la crisis seria que atraviesan las relaciones entre EEUU e Israel. Los israelíes consideran que EEUU no es ya el único polo de poder en el mundo y prefieren mantener una equidistancia hacia otros polos, aun a riesgo de exasperar a Washington.

Muchos analistas estadounidenses, que son conscientes del precio que EEUU tiene que pagar por su política de apoyo total a Israel, debaten ahora sobre si, dados los desaires puntuales y periódicos de Tel Aviv hacia Washington, dicha política continúa siendo viable o debería de experimentar cambios.