Responsables norteamericanos han confirmado los informes que hablan de conversaciones directas con las facciones shiíes yemeníes, los huthis, en Omán.

Responsables norteamericanos han confirmado los informes que hablan de conversaciones directas con las facciones shiíes yemeníes, los huthis, en Omán. Estas discusiones estarían dirigidas a convencer a los huthis para que participen en la conferencia de paz de Ginebra.

EEUU ha mostrado un notable interés en persuadir a los huthis para que acudan a la conferencia buscando incluso la ayuda de Irán en los últimos encuentros y manteniendo también conversaciones directas con ellos. No hay indicación, sin embargo, de que Arabia Saudí, cuya guerra contra Yemen está respaldada por Washington, participe de algún modo en tales negociaciones.

Tampoco lo hace el “gobierno” yemení en el exilio, que está radicado en Riad. El régimen saudí y este último han excluido participar en las negociaciones con los huthis a menos que estos últimos acepten abandonar las ciudades y rendir las armas, demandas absurdas que los huthis han rechazado de plano.

Por su parte, los huthis y sus aliados han indicado que no participarán en la conferencia de Ginebra a menos que Arabia Saudí detenga sus ataques contra Yemen.

Por parte estadounidense ha participado en las conversaciones Anne Patterson, una alta diplomática para Oriente Medio, según señaló la portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf. Patterson viajará también a Arabia Saudí para mantener “una discusión amplia con elementos de todo el espectro político yemení”.

Harf dijo que tales encuentros “han reforzado nuestro punto de vista de que sólo puede haber una solución política al conflicto de Yemen y que todas las partes, incluidos los huthis, deben comprometer su participación en el proceso de paz liderado por la ONU”.

Según el diario The New York Times, no está claro como responderá Arabia Saudí a la intervención diplomática estadounidense con los huthis. Un portavoz de la embajada saudí en Washington declinó hacer comentarios.

EEUU es consciente del fracaso de la campaña militar saudí en Yemen y busca una solución, que podría no ser fácil, según los medios norteamericanos.