Las armas utilizadas por Israel en su reciente ofensiva en la Franja de Gaza han contaminado el suelo y el agua de Gaza con sustancias tóxicas.

Las armas utilizadas por Israel en su reciente ofensiva en la Franja de Gaza han contaminado el suelo y el agua de Gaza con sustancias tóxicas, convirtiendo algunos terrenos agrícolas en impracticables.

Muchas granjas en el territorio palestino fueron destruidas asimismo por los bombardeos y bulldozers israelíes durante los 50 días de guerra.

Las pérdidas del sector agrícola se estiman en unos 500 millones de dólares.

“Casi 5.000 acres de la mejor y más productiva tierra y varias granjas fueron arrasados. Más de 300 carreteras fueron destruidas también así como redes de irrigación y canales de agua. Todo ello ha contribuido a la contaminación del suelo, lo cual amenaza nuestras vidas ahora”, señala el ministro de Agricultura de Gaza, Nazir Wahidi.

Las armas tóxicas que Israel utilizó durante su agresión contra Gaza han acabado, pues, con la posibilidad de realizar cultivos en amplias zonas de la Franja.

Israel también continúa apropiándose además de recursos naturales de los palestinos, principalmente el agua, lo cual empeora la situación de la población.

Durante su agresión contra Gaza más de 2.130 palestinos perdieron la vida y 11.000 resultaron heridos. Según fuentes de la entidad sionista, unos 70 israelíes, casi todos ellos militares, murieron en los combates. Responsables palestinos elevan esta cifra hasta 150.