El Ejército libanés arrestó hoy a tres sirios afiliados a organizaciones extremistas, un día después de otras detenciones en un campamento de refugiados.

El Ejército libanés arrestó hoy a tres sirios afiliados a organizaciones extremistas, un día después de otras detenciones en un campamento de refugiados y en medio de protestas de familiares de militares prisioneros del Frente al Nusra y el Estado Islámico.

Las aprehensiones ocurrieron esta mañana en un puesto de control de carreterar en la ciudad de Baalbek, en la región noreste de la Bekaa fronteriza con Siria, de donde provenían los detenidos con la intención de ingresar ilegalmente en el Líbano, apuntó el mando militar.

Investigaciones preliminares arrojaron que los tres sirios tienen nexos con el Estado Islámico (EI) y el Frente Al-Nusra, que en las últimas semanas han amenazado la seguridad e integridad de localidades libanesas limítrofes como Arsal y Wadi Hmeid.

Efectivos de las fuerzas armadas libanesas arrestaron ayer a un hombre del mismo origen durante una redada al campamento de refugiados sirios de Korkof, también bajo sospechas de colaborar con milicianos extremistas que se infiltran en este territorio para lanzar ataques y ejecutar atentados.

Entretanto, la agencia estatal de noticias NNA indicó desde Baalbek que familiares de Abbas Medlej, el soldado libanés decapitado hace poco más de una semana por el Estado Islámico, bloquearon la carretera de Baalbek en ambas direcciones tras recibir noticias de la captura de los tres sirios.

Según se conoció, uno de los tres apresados miembros del Daesh, acrónimo árabe del EI, participó en el asesinato de Medlej y sus parientes esperan que las autoridades se aseguren de juzgarlo con todo el peso de la ley.

Los parientes y amistades de los soldados y policías aún capturados a comienzos de agosto en Arsal y que siguen rehenes de los extremistas del EI y Al-Nusra interrumpieron ayer el tráfico en una zona del centro de Beirut para exigir al primer ministro Tammam Salam que agilice gestiones para rescatarlos.

El tema de los 27 soldados y policías retenidos, así como la decapitación de dos militares por el EI, ha mantenido en jaque al Ejecutivo de Salam, quien viajó el pasado fin de semana a Qatar para recabar mediación de Doha y de Turquía a fin de lograr su puesta en libertad.

Igualmente, el ministro de Defensa, Samir Moqbel, se reunió ayer con el comandante del Ejército libanés, general Jean Qahwaji, para abordar los últimos acontecimientos lesivos a la seguridad y estabilidad nacionales, especialmente en Arsal y otras zonas de la Bekaa.

El ministro del Interior, Nuuhad Mashnouq, viajó el jueves a Moscú para explorar con autoridades rusas la posibilidad de preparar y adiestrar a las Fuerzas de Seguridad Interna del Líbano.