26-04-2024 03:19 PM Tiempo de Jerusalén

EI: un desastre “made in USA”

EI: un desastre “made in USA”

La ironía actual que EEUU esté teniendo que bombardear sus propias armas han puesto de manifiesto que Washington contribuyó de forma indirecta al ascenso del EI.

La ironía actual que EEUU esté teniendo que bombardear sus propias armas han puesto de manifiesto que Washington contribuyó de forma indirecta al ascenso del EI, que se ha convertido en uno de los grupos terroristas mejor armados y financiados del mundo.

La ofensiva del EI en junio en Iraq, que tomó por sorpresa a los gobiernos de Iraq y EEUU, habría sido improbable si los militantes no hubieran construido una fuerte base en el este de Siria. Ellos lograron apoderarse allí de las armas enviadas por EEUU, Turquía y otros aliados regionales a grupos terroristas en Siria y que el EI capturó en combates contra grupos rivales o al pasarse estos grupos, junto con las mismas, a la organización liderada por Abu Bakr al Bagdadi.

“EEUU destinó cientos de millones de dólares a apoyar, financiar y entrenar a grupos de la oposición armada en Siria”, dijo el activista político Raid Yarrar a RT. “Definitivamente, las intervenciones y las agendas extranjeras en la región abrieron la puerta al crecimiento de los grupos extremistas”.

El EI ha obtenido también financiación de patrocinadores privados en los países del Golfo, como Arabia Saudí, Kuwait o Qatar. Estos donantes han dirigido enormes recursos hacia grupos como el EI con el fin de lograr tres objetivos: oponerse a Irán, derrocar a su aliado el presidente sirio Bashr al Assad y fomentar las divisiones entre sunníes y shiíes en la región.

En los últimos meses, el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, acusó públicamente a Arabia Saudí y Qatar de financiar al EI.

Kuwait se ha rebelado también como un donante clave de los grupos terroristas. “En los dos últimos años y medio, Kuwait ha emergido como un centro clave de la financiación llevada a cabo por organizaciones caritativas e individuos que apoyan los grupos terroristas en Siria”, dijo el think tank norteamericano Brookings Institution en un reportaje publicado en diciembre.

“Existen evidencias de que los donantes kuwaitíes han apoyado a los grupos rebeldes, que han cometido atrocidades y que o están directamente vinculados a Al Qaida o cooperan con los grupos vinculados a la organización sobre el terreno”.

Cabe señalar que todo este tráfico de fondos y armas fue realizado con la activa complacencia de EEUU, que buscaba derrocar al gobierno de Siria para implantar un régimen títere en el país.

Una vez dotado de armas y fondos, el EI invadió el oeste de Iraq con el fin de crear un “calificato” en territorios de ambos países y posteriormente en muchos otros.

Esta actitud de doblez norteamericana ha sido denunciada, entre otros, por el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, que afirmó que la lucha contra el terrorismo no debe ser implementada sólo en Iraq, sino también en Siria.

“Rusia apoya los esfuerzos del gobierno iraquí en la lucha contra los takfiris del Estado Islámico y llama a Occidente a combatirles no sólo en Iraq, sino también en otros países como Siria”, dijo Lavrov el lunes en una conferencia de prensa.