23-04-2024 11:32 PM Tiempo de Jerusalén

El fracaso saudí en Siria

El fracaso saudí en Siria

En anticipación de la Conferencia de Ginebra-2, Arabia Saudí ordenó a sus agentes en Siria lanzar una serie de ataques y ofensivas contra las fuerzas armadas sirias, pero ha fracasado en todos los frentes.

En anticipación de la Conferencia de Ginebra-2, Arabia Saudí ordenó a sus agentes en Siria lanzar una serie de ataques y ofensivas contra las fuerzas armadas sirias, pero ha fracasado en todos los frentes.

Según señala el periódico Al Akhbar, “en los pasados dos meses, combatientes de la oposición, apoyados por Arabia Saudí, han llevado a cabo una serie de campañas militares en el norte, este y sur de Damasco -incluyendo en la estratégica área de Qalamún, junto a la frontera libanesa- así como en Deraa, en el sur de Siria, y en Alepo, en el norte del país, con el fin de tratar de cambiar la situación sobre el terreno antes de la conferencia.

En Deraa, junto a la frontera jordana, el Ejército sirio ha golpeado, sin embargo, primero a los grupos armados asestando así un golpe a los planes de aquellos para lanzar un ataque masivo.

En Alepo, la oposición consiguió hace semanas algunas ganancias alrededor de la ciudad y tomó algunas áreas en esa zona antes que el Ejército sirio llevara a cabo un exitoso contraataque desde el suroeste rompiendo el asedio de la oposición contra las áreas de la ciudad controladas por el gobierno y conquistando varias franjas de territorio y algunas ciudades estratégicas como Safira.

En Damasco, los grupos militantes trataron de presionar la capital desde tres áreas: desde el sur a través de la Guta Occidental y los suburbios del sur, desde el este a través de la Guta Oriental y finalmente desde el norte a través de la región montañosa de Qalamún.

Las batallas al sur de la capital quedaron resueltas a favor del Ejército sirio, que -respaldado por las fuerzas de defensa nacional y por Hezbolá- lanzó una serie de rápidos ataques contra una serie de ciudades controladas por los grupos armados que fueron sitiadas y limpiadas de terroristas en cuestión de horas y días.

El 22 de noviembre, los grupos armados lanzaron un ataque concertado y masivo en la Guta Oriental. Según el periódico Al Yumhuriya, el jefe de los servicios de inteligencia saudí, príncipe Bandar al Sultan, visitó poco antes París, acompañado del viceministro saudí de Exteriores. En el curso de la visita, que tuvo un carácter secreto, la delegación saudí se entrevistó con altos responsables franceses y de la Inteligencia estadounidense. Durante el encuentro, Bandar aseguró que el régimen saudí tenía necesidad de una victoria tras los últimos fracasos en Siria y la firma del acuerdo nuclear con Irán. En aquellos encuentros se decidió lanzar la batalla de Guta Oriental.

Tras la visita de Bandar, una amplia coordinación fue puesta en marcha para lanzar la ofensiva rebelde, que estuvo acompañada de una interceptación de las comunicaciones del Ejército sirio. Su objetivo inmediato era la ciudad de Otaiba, en el extremo este de Guta Oriental, y, sobre todo, levantar el asedio a las zonas de la región en poder de los rebeldes. Los militantes lograron entrar en Otaiba, pero fueron incapaces de romper el asedio contra sus áreas impuesto por las fuerzas del gobierno.

La respuesta del Ejército, sin embargo, fue extremadamente costosa para la oposición, que perdió a 1.000 combatientes. Fuentes militares señalan que los militantes implicados en esta batalla estaban entre los mejores entrenados y armados que han luchado en el conflicto sirio hasta la fecha. Los militares recuperaron también casi todo el terreno perdido en la ofensiva rebelde.

El último frente que amenazaba Damasco era el área montañosa de Qalamún. En un principio, fuentes gubernamentales sirias y de Hezbolá afirmaron que no tenían pensado lanzar una ofensiva allí hasta la próxima primavera. Los grupos armados atacaron, sin embargo, a principios de noviembre la localidad de Mhain, en la que existe un enorme depósito de municiones, que incluye 10.000 cohetes katiushas.

Cuando los grupos armados comenzaron a mover estas municiones en dirección a Qalamún y la frontera libanesa, el Ejército sirio lanzó una potente ofensiva que le ha llevado a conquistar todas las ciudades y pueblos de la región, incluyendo Qara, Deir Attiyé y Nabuk. En la actualidad, el Ejército está atacando Yabrud, el último bastión en poder de los grupos armados en Qalamún.

De este modo, fuentes del Ejército sirio y Hezbolá señalan que Damasco no está ya en zona de peligro y que el plan saudí para alterar el equilibrio de fuerzas sobre el terreno a su favor ha terminado en fracaso.

Otro doloroso fracaso para los saudíes han sido los nulos resultados logrados por el así llamado Frente Islámico, formado recientemente por siete grupos wahabíes en Siria. Esta milicia no ha logrado probar su eficacia sobre el terreno, a pesar de contar con cientos de combatientes, venidos principalmente de los países del Golfo.

La derrota del Frente Islámico en la localidad estratégica de Qara, en la cordillera montañosa de Qalamún, ha llevado, de hecho, a agravar las tensiones entre los grupos armados. Tras haber alardeado de que Qara iba a convertirse en el “cementerio del ejército alauí” su caída ha sido particularmente dura para los grupos terroristas. De hecho, las milicias no pudieron resistir en el lugar más de cuatro días: dos de asedio y dos de combates.

Ha sido sobre todo el jefe del Frente Islámico, Zahran Allush, un hombre estrechamente conectado con Bandar bin Sultan, el que ha quedado más estigmatizado. Según Syria Truth, la milicia del Estado Islámico en Iraq y Siria (EIIS) ha abierto la campaña contra Allush, acusándole de “traición y cobardía”. Éste último se ha defendido afirmando en un comunicado que aquellos de sus hombres que emprendieron la huida de Qara lo hicieron por su propia voluntad.