27-04-2024 05:21 AM Tiempo de Jerusalén

Sayyed Nasralá: La cólera saudí es fruto de sus repetidos fracasos

Sayyed Nasralá: La cólera saudí es fruto de sus repetidos fracasos

El secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, ha afirmado que la cólera de los saudíes contra Hezbolá es el resultado de sus sonoros fracasos en Siria, Iraq, Bahrein y Yemen.

El secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, ha afirmado que la cólera de los saudíes contra Hezbolá es el resultado de sus sonoros fracasos en Siria, Iraq, Bahrein y Yemen.

Expresándose durante la ceremonia de duelo consagrada a uno de los jefes militares de la Resistencia Islámica, Ali Ahmad Fayyad, que llevaba el sobrenombre de Alaa el Bosnio y que cayó como mártir en Siria hace una semana, Sayyed Nasralá estimó que “las reacciones árabes y musulmanas que han rechazado o condenado la decisión del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) poseen una importancia enorme: por un lado, a causa de de su amplitud y, por otro, porque prueban el reconocimiento y el valor que otorgan a la resistencia los pueblos árabes y musulmanes, pero, sobre todo, debido a los mensajes que conllevan para la entidad sionista.

He aquí los principales puntos de su discurso:

A fin de cubrir todas las fases de la lucha del mártir Alaa el Bosnio, evocaré cinco etapas: en el sur del Líbano, en Bosnia-Herzegovina, en Iraq y en Siria. Y finalmente terminaré con la decisión del CCG, que ha calificado a Hezbolá de organización terrorista, y las reacciones de condena contra la misma.

En el Sur del Líbano

Alaa era un hombre muy joven cuando se unió a la Resistencia Islámica. Él comenzó como combatiente y cayó mártir luchando, puesto que le gustaba actuar sobre el terreno. Él efectuó operaciones de reconocimiento, de combate en diferentes frentes, de formación y de captura de soldados israelíes a fin de intercambiarlos por nuestros detenidos. Él se convirtió en uno de los combatientes de élite de la Resistencia para acabar más tarde siendo uno de sus dirigentes.

Él tomó parte, junto con el resto de los mártires, en la liberación del Sur del Líbano en el año 2000 y también en la victoria del Líbano en 2006 frente a la agresión israelí. Sin duda, él logró victorias para la Resistencia y para el Líbano, y fue también un hombre de iniciativas. Él contribuyó a diseñar las capacidades defensivas de la Resistencia y desarrolló su estructura, formó a combatientes y contribuyó a hacer de la Resistencia esta fuerza que el enemigo israelí teme hoy.

Hayy Alaa representa una generación de hombres jóvenes que creyeron en la resistencia. Esta generación que, desde el inicio, y como fue el caso de todos los movimientos musulmanes y de la resistencia palestina- no esperó a que existiera una estrategia árabe unida. Ellos no esperaron tampoco a que los países árabes ni la Liga Árabe ni los ejércitos árabes reaccionaran. Todos los libaneses sabían que si esperábamos a una estrategia árabe unida, Israel habría ocupado el sur del Líbano, luego la Beqaa y a continuación el norte del Líbano y la capital, Beirut.

Sin la Resistencia, sin estos hombres, Israel se habría anexionado el Líbano y sus hombres y mujeres estarían detenidos en prisiones israelíes.

La opción de liberar nuestra tierra fue la resistencia y el resto de la liberación de nuestras tierras, en especial las Granjas de Shebaa, no esperará tampoco a una resolución de la ONU o de la Liga Árabe.

Los países árabes que nos han calificado de “terroristas” no tienen ningún vínculo con la resistencia. Ellos no han hecho nada con sus armas, sus misiles y sus municiones, salvo en un país: Siria. Ellos no tienen nada que ofrecer a la Resistencia para enfrentarse al enemigo israelí, ni siquiera a la resistencia palestina. Estos países que nos acusan de terrorismo, ¿por qué no apoyan a la Resistencia palestina a la que no consideran terrorista?

La Resistencia Islámica extrae su fuerza de la ecuación ejército-resistencia-pueblo. Es este trío el que protege al Líbano de la agresión israelí, que impide a Israel realizar sus ambiciones en nuestro país. Por el contrario, a aquellos que hablan de una estrategia árabe unida, aquellos que apuestan por ilusiones les dijimos ya en 2006 que no que queríamos nada de ellos, ni sus armas ni su dinero. Lo único que les pedimos fue que dejaran al pueblo libanés en paz dado que ellos querían no sólo atacarnos a nosotros sino también al Líbano.

Muy al contrario, en lugar de ello, estos países árabes contactaron con los responsables israelíes para exhortarles a proseguir la guerra contra nosotros en 2006 y el mismo escenario se repitió contra los palestinos en las guerras israelíes contra Gaza

La mencionada ecuación, que es la fuerza de la Resistencia, se ha convertido en una fuerza de disuasión contra el enemigo israelí, que habla todos los días de la Resistencia, de sus capacidades defensivas, de sus jefes, de sus misiles. Ahora el enemigo israelí nos teme y realiza sus cálculos antes de lanzar cualquier agresión contra nosotros.

Y si los estados árabes permanecen ausentes durante las guerras israelíes, por contra, los pueblos árabes, que desde el inicio de la presencia israelí en la región sufren el martirio de sus miembros, han visto en la Resistencia Islámica una esperanza, un horizonte único para que la nación recobre su dignidad. Esto explica las reacciones populares, de los partidos y los movimientos políticos que se han elevado contra los gobiernos árabes que calificaron a Hezbolá de “terrorista”.

A estos gobiernos árabes que hablan de identidad árabe, yo les pregunto quién ha humillado a los árabes, quien ha humillado a la nación árabe y quien ha humillado a los dirigentes árabes. ¿No ha sido Israel mediante la continuación de sus agresiones, sus violaciones de la soberanía, su política de judaización de Jerusalén, la violación de la santidad de los santos lugares, como la Mezquita de Al Aqsa, y la continuación de su política de ocupación de tierras árabes?

Si un ejército se defiende contra Israel, si una resistencia se enfrenta a Israel, si un estado se subleva contra Israel, ¿qué hacen los países árabes? Ellos les impiden alzarse contra Israel y combatirlo. Y a la cabeza de ellos está Arabia Saudí. La historia árabe da testimonio de ello, desde la época de Abdel Nasser pasando por la Resistencia palestina. Estos últimos no son shiíes. Son sunníes y Arabia Saudí se opone a su lucha contra Israel. Así pues, la tesis acerca de un conflicto sunní-shií es una mentira y un señuelo que estos gobiernos árabes difunden en la Ummah para intentar engañar a los pueblos.

En Bosnia Herzegovina:

Yo no quería hablar de Bosnia, pero dado que al mártir Ali Ahmad Fayyad se le llamara Alaa el Bosnio, muchos se han preguntado sobre la razón de este sobrenombre.

Cuando Yugoslavia fue dividida en varios estados bajo los efectos de una guerra civil sangrienta, los musulmanes de Bosnia sufrieron las peores persecuciones de parte de las fuerzas serbias. Ellos sufrieron masacres horribles, miles de mujeres fueron violadas por las fuerzas serbias etc. En resumen, fue una tragedia para el mundo.

A pesar de sus modestas capacidades en aquella época, un pequeño número de hombres abandonó el Líbano con Alaa a su cabeza para ir a Bosnia y ayudar a sus gentes desprovistas y perseguidas. Ellos acudieron a un país extranjero, con una naturaleza salvaje y cuyo idioma no hablaban.

A decir verdad, se trataba de una cuestión moral y humana y un deber religioso. Nosotros éramos plenamente conscientes de que no podíamos cambiar la ecuación sobre el terreno pero queríamos simplemente ayudar a gentes oprimidas con las capacidades que teníamos. Les ofrecimos una formación y nuestras experiencias y creamos campos de entrenamiento en coordinación con los responsables bosnios. ¿Acaso ofrecer ayuda a personas oprimidas y amenazadas de muerte es terrorismo? Los musulmanes de Bosnia no eran shiíes, sino sunníes. Además, no teníamos intención de interferirnos en los temas políticos del gobierno bosnio ni de ejercer una influencia en sus decisiones.

A estos países árabes que nos calificaron de “terroristas”, les digo que hemos defendido el honor de los sunníes de Bosnia, que protegimos a sus mujeres y nunca nos hemos jactado de ello ni hemos querido hacer publicidad de este hecho hasta hoy, cuando rendimos homenaje al mártir Alaa el Bosnio.

En Iraq:

Cuando el EI ocupó importantes regiones de Iraq, hasta el punto de amenazar la capital, Bagdad, cuando el EI tomó como rehén a todo el pueblo iraquí: sunníes, shiíes, turcomanos, kurdos, cristianos etc -según las estadísticas oficiales son, sobre todo, los sunníes los que más han sufrido las persecuciones del EI- todo el mundo en Iraq llamó a luchar contra el EI y la fatua de Sayyid Ali Sistani llamó al yihad contra el EI. De este modo, millares de iraquíes se unieron a las filas de la resistencia iraquí. El EI no sólo amenazaba a Iraq sino, ante todo, a los lugares santos de Iraq, puesto que ellos no respetan nada. Ciertamente, los iraquíes no esperaron a una estrategia árabe unida para movilizarse contra el EI, e incluso menos aún nosotros.

Así, en medio de la noche literalmente, llamé a Alaa y a sus hombres y reunimos cuadros, jefes y combatientes y ellos tomaron el avión para Bagdad en secreto, sin hacer publicidad. Combatimos allí bajo la dirección iraquí y tampoco nos interferimos en cuestiones internas, en sus elecciones o en sus decisiones políticas, como hace Arabia en otros países. Combatimos en Iraq contra el EI, esta organización que el mundo, incluyendo la Liga Árabe y el CCG, han calificado de terrorista. ¿Es acaso nuestro combate en Iraq terrorismo? Incluso Obama ha reconocido que el 40% del territorio que el EI ocupaba ha sido recuperado. Esto confirma la eficacia y oportunidad de nuestros esfuerzos.

En Siria:

Muchos se plantearon la cuestión sobre la presencia de Hezbolá en Siria debido a que Hezbolá es una resistencia contra Israel. Nosotros, sin embargo, hemos repetido, y lo reiteramos que asumimos nuestras responsabilidades cuando el deber religioso y moral nos llama. En Siria, el EI y otros grupos representaban una amenaza real hasta el punto de que la situación en Siria se deterioraba peligrosamente.

Nosotros somos gente que, antes de toda acción, estudiamos la situación y hacemos cálculos en todos los planos: político, militar, económico, social, moral y religioso.

Dicho esto, el primero que se dirigió a Siria fue el mártir Alaa el Bosnio, donde él fue herido gravemente. Sin embargo, apenas quedó restablecido, volvió a ese país. El mártir Alaa era perfectamente consciente de lo que significaría la caída de Siria y su importancia estratégica. Fue nuestra decisión combatir en Siria y no tenemos ningún tipo de reparo en decirlo.

¿Por qué Arabia ha calificado a Hezbolá de terrorista?

Hoy el Líbano afronta la cólera saudí y algunos se preguntan cuál la razón de la misma. Personalmente, yo comprendo esta cólera porque cuando alguien sufre varios fracasos consecutivos suele sentir ira.

En Siria, Arabia sufre una inmensa cólera porque la situación actual allí es completamente diferente de aquella que Riad había planeado. Ella apostó por la caída del régimen y cuando se habló de una solución política y de que una gran parte de la oposición y la dirección siria estaban dispuestas a negociar para lograr un acuerdo, la respuesta saudí fue de rechazo.

Después de cinco años de guerra contra Siria, ésta última resiste sólidamente. Ella se mantiene firme y combate; su ejército y su pueblo logran victorias militares y el mundo ha reanudado las relaciones con el Estado sirio. Todas las apuestas de Arabia con respecto a Siria han fracasado. Ella quería que la OTAN invadiera Siria etc.

El mismo escenario ocurre en Yemen. Arabia creyó que podría resolver la cuestión yemení militarmente en algunos días. Las partes yemeníes se habían puesto de acuerdo en todos los puntos para un acuerdo político y no quedaba más que firmarlo. Sin embargo, Arabia intervino para sabotear cualquier pacto e imponer su voluntad militarmente. Y el resultado es que ha quedado atrapada en la ciénaga yemení.

Lo más escandaloso de la guerra saudí es que ella ha reforzado al EI, esta organización que todo el mundo está de acuerdo en calificar de terrorista. Y los acontecimientos recientes han demostrado aún más su terrorismo. Ellos han masacrado a todo el mundo, incluyendo enfermeras y ancianos, tal es la ideología del EI. Estas masacres han tenido lugar a la sombra de las fuerzas saudíes. Yo quiero aseguraros, sin embargo, que el pueblo yemení vencerá, tal es la lógica divina y lo que viene dicho en la Sunna. Un pueblo oprimido que resiste y lucha no puede más que vencer al tirano.

De este modo, Arabia ha sufrido fracasos en Siria, en Yemen, en Iraq y en Bahrein, donde ella no ha logrado acabar con el levantamiento popular de Febrero de 2011. Por el contrario, éste prosigue pacíficamente a pesar de las medidas represivas, las detenciones arbitrarias, los mártires etc.

Al ser incapaz de digerir sus reveses, Arabia necesita alguien a quien culpar por ellos y nos ha elegido a nosotros. En realidad, si nosotros fuéramos realmente los responsables de sus fracasos deberíamos estar orgullosos. Sin embargo, esto es técnicamente imposible. Ellos exageran.

En el Líbano, Arabia ha lanzado su cólera contra el Ejército y el gobierno libanés. Sin embargo, los libaneses saben que el proyecto saudí en Siria consiste únicamente en derribar al régimen sirio sin que importe quien le sucederá: el EI, la oposición etc. Si Siria no hubiera resistido ¿en qué situación nos encontraríamos hoy? Aquel que lucha contra el EI en Siria defiende los intereses nacionales del Líbano.

Arabia ha anulado su donación de armas al Ejército libanés con el pretexto de que ellas podrían pasar a las manos de Hezbolá. Desde el acuerdo de Taif no hemos tomado ni un solo fusil del Ejército. Arabia Saudí arroja, pues, su cólera sobre el Ejército libanés y ha castigado al gobierno libanés porque nosotros combatimos al EI en Siria. Después, ellos tomaron la decisión de inscribir a Hezbolá en su lista de terroristas.

Durante la reunión del consejo de ministros del Interior árabes, Arabia incluyó esta calificación en el comunicado del consejo con la esperanza de hacerla pasar sin atraer la atención. Sin embargo, el ministro iraquí del Interior se percató de la frase y la rechazó, seguido por el ministro argelino y luego por el libanés. Así, la unanimidad árabe no se consiguió.

A continuación, una serie de reacciones en el mundo árabe han condenado la decisión del CCG y han rechazado en bloque estos cálculos, comenzando por la reacción de los tunecinos: en efecto, los partidos políticos, las asociaciones, el Estado y el pueblo de Túnez han expresado su rechazo unánime a tal calificación. Mostramos nuestro agradecimiento al pueblo tunecino por mostrar su convicción.

Queremos agradecer también las reacciones contra tal decisión en Mauritania, Pakistán, Irán, Jordania, Argelia y a todos aquellos que han condenado dicho acto de los países del CCG o han expresado su solidaridad con nosotros.

Estas reacciones son importantes por varios motivos:

- Ellas confirman el reconocimiento y el valor que otorgan a la resistencia los pueblos de nuestra nación.

- Los que han adoptado una posición contra esta decisión saben que podrían exponerse a la opresión del dinero, a la persecución, las amenazas y los ataques takfiris y saudíes. De este modo, su reacción es un grito frente a un tirano que intenta dominar la región por medio del dinero, el terrorismo takfiri y sus medios de comunicación.

- La importancia de estas reacciones residen también en el mensaje que dirigen a Israel. Este último se ha regocijado por la decisión del CCG, pero su alegría se ha transformado en amargura.

El mensaje dirigido a Israel es que nunca verá el día en que su presencia en la región sea considerada por la Umma como natural. Nunca seréis los amigos de los pueblos árabes. Seréis siempre sus enemigos. Vosotros sois los terroristas, así que vuestra alegría no es más que una ilusión porque habéis constatado que nadie en la nación árabe os acepta.

Israel es el enemigo y continuará siéndolo y ningún régimen árabe podrá normalizar sus relaciones con Israel. Ni la presión del dinero ni la provocación confesional podrán cambiar eso.

Tomad como ejemplo Egipto, que firmó el acuerdo de Camp David en 1979, pero donde un diputado egipcio, que se había reunido con el embajador israelí en su vivienda, ha sido expulsado del Parlamento, donde fue recibido con el lanzamiento de zapatos. Y esto a pesar de que Egipto tiene relaciones diplomáticas con Israel y una embajada israelí.

Aquellos que quieren alinearse junto a Israel, este ocupante criminal y terrorista, caerán junto con él. Ése es el mensaje.